Se va el silencio.

Una vez fui el amor cerezo de alguien,
podría jurar que sì, pero tal vez no.
Pienso en que serìa mejor un jarabe a tener que aguantar los
golpesitos en la nuca cada vez que quiero hacerme la boba.
El sahumerio me gusta y a pesar de eso no he sentido la brisa en el alma
a la que llaman amor.
No tengo mucho en el aire.

Todo tan nada.

Qué te amedranta preguntaba el antiguo compañero de colegio, aquel que ha dejado que el egoísmo sea su mejor acompañante, aquel con quién las charlas eran de infantes y ahora ni a charlas llegan.
 Jornada de decirle a la vida -deja de caerte. Decía la roja. Todo mejorará, ahora soy costra.

Pensamientos Rojos.

Las noches ya no aguantan tantos insomnios,
Las jaulas ya no contienen pájaros, ni soledades, ni óxidos.
Las golondrinas, no conozco ninguna.

Árboles deshojados, respiro y suspiro,
amígdala cosida, sonrisas de sapo.
Soy tan roja como los Colorado.

Los egos inexistentes a causa de la memoria,
Los pensamientos sublimes, rojos y poco afamados.
Los pensamientos ásperos pero de caricias fáciles.

Mañana serán pensamientos, verdes.
Ayer fueron rojos, hoy serán rojos.

A la vez del nada.

Igual que el mosco incapaz de salir por mi ventana, llega èl a irrumpirme,
llega a pretender quedarse y marcharse, estando.
Egoísta constantemente. Muy planetario.
Ahora no le escribiré cartas de amor.
Supongo que no se descubre en falta,
supongo que le sonríe a mixtas mujeres,
supongo que no soy nada, ahora ni nunca, soy nada.

Pintura al frìo, como el de mis mañanas,
huesitos desgastados llevando tan poco en crecimiento.
¿A què rayos le converso?
En vez de ver criaturas extraordinariamente cósmicas, veo nada.
Busco un sentido en el sin sentido aunque eso no tenga sentido.
Debería haber silencio pero no hay nada, ni pelusas.

Descripción en cubito de azúcar

A causa de la ausencia, el alba en la que despierto, es insatisfecha.
Mi dorso siempre turbio, difícilmente ha sido amansado.
Ahora no necesito de nada, pues la nada siempre eh sido, siempre.
Les hablo desde afuera, cuasi fantasma.
Egoísmo, frivolidad, áspera; soy.
Espero no te me pudras, cariño.

Párpados cosidos, amígdala cosida

Sólo cuando me levante de mi cadáver volveré a hablarte,
sólo cuando sea capaz de llegar al punto final de esos finales,
Seré capaz de amar una sombra por aquello de que no muere. 
De resto, no me apetece ¡no! entrar en esos rollos.

En nombre de Pizarnik

Doy gracias a su existencia pues comprende a mi ser; con su existencia me refiero a su sombra que nunca muere.


Fragmento de ella:
"Pero le pasó (a Kafka) lo que a mí:
se separó.
fue demasiado lejos en la soledad
y supo -tuvo que saber-
que de allí no se vuelve."